Las facturas de electricidad y agua en Venezuela han experimentado un drástico aumento a medida que los subsidios se reducen, lo que ha generado dificultades económicas para los ciudadanos.
El país sudamericano ha estado lidiando con problemas de liquidez en su régimen, lo que ha llevado a la disminución de los subsidios en el sector energético y ha generado un impacto significativo en los bolsillos de la población.
Los residentes y dueños de negocios en Venezuela se han visto afectados por el fuerte aumento en las facturas de servicios públicos, como agua, gas y teléfono, desde principios de año.
Este aumento se debe a la disminución de los ingresos del régimen provenientes del sector energético, que alguna vez fue próspero en el país.


María Rodríguez, una logopeda de 36 años de Valencia, en el estado de Carabobo, manifestó su preocupación por el incremento de las facturas y los frecuentes cortes de energía que afectan a su ciudad.
Rodríguez reveló que este año está pagando el equivalente a $80 al mes en facturas de servicios, lo cual representa el doble de lo que pagaba en 2022 y casi un tercio de su ingreso mensual de aproximadamente $300.
Durante mucho tiempo, las facturas de servicios públicos en Venezuela se mantuvieron congeladas a pesar de la agitación política que enfrentaba el país, ya que el régimen podía depender de los ingresos petroleros para financiar los subsidios.
Sin embargo, en los últimos años, estos subsidios han disminuido, comenzando por los servicios de recolección de basura y continuando con el Internet estatal.
A partir de diciembre, las facturas de agua, electricidad y teléfono se han disparado considerablemente.
De acuerdo con datos del banco central de Venezuela, la inflación de los servicios básicos, que incluyen electricidad, agua y recolección de basura, aumentó un 325,4% en los 12 meses hasta marzo.
Además, los precios de los servicios de telecomunicaciones e Internet se incrementaron en un 1.003% en el mismo período.
A pesar de estas preocupantes cifras, el Ministerio de Información del régimen de Venezuela no ha respondido a las preguntas sobre los recortes de subsidios, y tanto el Ministerio del Agua como el proveedor de electricidad estatal no han hecho comentarios al respecto.


Este aumento en los costos de los servicios se produce en un momento en que los salarios en Venezuela se mantienen estancados.
El dictador Nicolás Maduro anunció recientemente que el salario mínimo mensual no se elevará de los 130 bolívares, lo que equivale a poco más de $5 al tipo de cambio oficial, y atribuyó esta situación a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Según el Observatorio Venezolano de Finanzas, el salario mensual promedio en el sector privado fue de $142 en el primer trimestre, mientras que en el sector público fue de apenas $35 al mes.
Mónica Ochoa, presidenta de la Cámara de Comercio de Ureña, una localidad fronteriza con Colombia, expresó su preocupación por el impacto de estos aumentos de costos en las empresas. Ochoa señaló que las empresas que pagaron el equivalente a $290 en servicios en marzo tuvieron que pagar $560