Decenas de miles de personas se unieron en una marea humana que recorrió las calles de la capital uruguaya este sábado, clamando por «verdad y justicia» en un reclamo contundente por los 197 desaparecidos durante la dictadura cívico-militar que tuvo lugar en Uruguay entre 1973 y 1985.
La Marcha del Silencio, en su 28ª edición, fue acompañada por manifestantes portando carteles en blanco y negro que representaban los rostros de los uruguayos detenidos desaparecidos.
Pañuelos con las consignas de «Verdad y justicia» y margaritas, símbolo emblemático de la causa, se unieron al mar de gente que avanzaba por la principal avenida de la ciudad.


Al frente de la multitud, una pancarta destacaba con la frase «¿Dónde están? Nunca más Terrorismo de Estado», siendo la consigna elegida por los integrantes de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos para esta marcha.
María Bellizzi y Milka González, dos de las madres fundadoras de la organización, lideraban la marcha en automóvil, sosteniendo los carteles con las fotos de sus hijos, Andrés Bellizzi y Ruben Prieto, respectivamente.
En una conferencia de prensa, Alba González, madre de Rafael Lezama, uno de los desaparecidos, leyó una proclama en la que resaltó la importancia de esta masiva marcha, que ha sido abrazada por la gran mayoría del pueblo uruguayo como una causa justa y necesaria. González enfatizó la vigencia del reclamo, señalando que las Fuerzas Armadas aún mantienen secuestrada la verdad.
Demandó que se rompa el silencio y se ponga fin a la impunidad, instando a aquellos que posean información a que la compartan para avanzar en la búsqueda de justicia.


Haciendo referencia a los 50 años de la Huelga General llevada a cabo por los trabajadores el 27 de junio de 1973, fecha en que se consumó el golpe de Estado, González manifestó su frustración ante la falta de respuestas acerca del paradero de estos seres queridos que son hijos, hijas, hermanos, abuelos, vecinos, compañeros y amigos.
Señaló que han transcurrido «demasiados» años y todavía prevalece la incertidumbre.
Este sábado, el colectivo recibió el apoyo de alrededor de 70 movilizaciones en diversos departamentos de Uruguay y en ciudades de Argentina, Chile, España, Suecia, Francia y Reino Unido, lo cual refleja la solidaridad internacional hacia la causa.
Esta contundente manifestación demuestra que el reclamo por la verdad y la justicia continúa vivo en Uruguay, y que la sociedad uruguaya sigue comprometida en su búsqueda.
La lucha contra la impunidad y el respeto a los derechos humanos son demandas que no pueden ser olvidadas ni ignoradas. Es fundamental que los avances en las investigaciones sean más rápidos y efectivos para que se puedan esclarecer los casos de desapariciones forzadas y se haga justicia en cada uno de ellos.
La Marcha del Silencio es un recordatorio constante de un pasado doloroso, pero también es un llamado a construir un futuro basado en la verdad, la justicia y el respeto por los derechos humanos.
La lucha por la memoria y contra el olvido sigue siendo una tarea ineludible para toda la sociedad uruguaya.