Tras una disputa diplomática entre México y Perú, Chile ha asumido temporalmente la presidencia interina de la Alianza del Pacífico, el bloque comercial conformado por Chile, Colombia, México y Perú.
Esta controversia surgió cuando México se negó a entregar la presidencia rotatoria a Perú, argumentando que la administración de la presidenta peruana Dina Boluarte era «espuria» debido a su ascenso tras la destitución y arresto de su predecesor, Pedro Castillo.


La situación llevó a posponer la reunión del bloque que estaba programada para diciembre en Lima. Ante este escenario, Chile ha asumido la responsabilidad de actuar como intermediario y resolver la disputa, tomando la presidencia interina por un mes.
La canciller de Chile, Alberto van Klaveren, afirmó en una conferencia de prensa que su país reconoce el derecho de Perú a ejercer la presidencia pro tempore y que están comprometidos en buscar una solución pacífica y justa.
El cambio en la presidencia interina ha generado expectativas sobre el futuro de la Alianza del Pacífico. Las autoridades de los cuatro países han reafirmado su compromiso con este mecanismo de discusión política e integración económica y comercial.
La Alianza del Pacífico busca avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, promoviendo el crecimiento económico y la cooperación en la región.
Este cambio de liderazgo en la Alianza del Pacífico también ha puesto de manifiesto la importancia de la estabilidad y la unidad entre los países miembros.
En un contexto geopolítico y económico complejo, es fundamental que los países de la región trabajen juntos para fortalecer su integración y fomentar el desarrollo sostenible.
La presidencia interina de Chile representa una oportunidad para consolidar la cooperación y buscar consensos que impulsen el crecimiento y el bienestar de la región.


En resumen, la asunción de Chile como presidente interino de la Alianza del Pacífico tras la disputa diplomática entre México y Perú refleja la importancia de la estabilidad y la unidad en el bloque comercial.
Este cambio de liderazgo brinda la oportunidad de fortalecer la cooperación y buscar soluciones conjuntas para avanzar en la integración económica y política de los países miembros. La Alianza del Pacífico se mantiene como un pilar clave para el desarrollo y la prosperidad de América Latina.