El noreste de Estados Unidos se encuentra sumido en una crisis de calidad del aire debido al asfixiante humo que se extiende por la región.
La bruma, originada por una serie de incendios forestales en Canadá, ha provocado que millones de ciudadanos vivan en alerta constante por la mala calidad del aire.


Las ciudades más afectadas, como Washington y Nueva York, han experimentado niveles insalubres de calidad del aire. Esta situación se debe a que la nube de humo generada por los incendios en Canadá se ha desplazado hacia el sur y el este de Estados Unidos, en lugar de dirigirse hacia el este y hacia el mar como suele ocurrir.
La NASA ha detectado visiblemente esta nube de humo a través de sus satélites, señalando que es la contaminación por humo más significativa en la región desde julio de 2002.
Ryan Stauffer, científico de la NASA, ha resaltado que la situación actual es un recordatorio más de los impactos del cambio climático.
Ante esta situación, el presidente Joe Biden ha instado a la población a revisar regularmente la calidad del aire a través de la Agencia de Protección Ambiental y a seguir las instrucciones de las autoridades locales.


Además, se recomienda a los ciudadanos utilizar mascarillas y evitar permanecer al aire libre, especialmente en las áreas más afectadas.
El fenómeno meteorológico conocido como «baja presión costera» ha dificultado la mejora de la calidad del aire, pero se espera que los vientos cambien en las próximas horas, lo que podría ayudar a que la situación mejore significativamente.
La bruma provocada por el humo ha tenido impacto en diversas áreas, incluyendo la cancelación de actividades al aire libre en escuelas públicas, la suspensión de eventos programados en la Casa Blanca y alteraciones en los vuelos, con detenciones momentáneas y retrasos en varios aeropuertos.
Además del impacto en la salud de los ciudadanos, los incendios forestales en Canadá han consumido millones de hectáreas de bosque, superando la media anual de los últimos años.


El presidente Biden ha ofrecido su apoyo incondicional al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y ha desplegado más de 600 bomberos estadounidenses en la zona.
Esta crisis de calidad del aire y los incendios forestales son un claro recordatorio de los efectos del cambio climático y la necesidad de abordar urgentemente este problema a nivel global.