El drama político de Argentina está alcanzando niveles de ebullición a medida que se delinean las líneas de batalla electoral de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El ministro de Economía, Sergio Massa, ha entrado en la contienda en un sorprendente giro de los acontecimientos, enfrentándose a los principales candidatos, entre ellos un alcalde conservador de la ciudad, un exzar de seguridad y un economista libertario.


Después de meses de negociaciones en los bastidores, el plazo para la presentación de candidatos cerrará el sábado por la noche, marcando el inicio serio de una carrera hacia las elecciones generales que se celebrarán el 22 de octubre.
Estas elecciones serán cruciales para elegir a un líder capaz de sacar al país sudamericano de la crisis económica, caracterizada por una inflación que supera el 100%, un aumento en los niveles de pobreza y la disminución de las reservas de divisas.
Antes de las elecciones generales, se llevará a cabo una votación primaria el 13 de agosto dentro de los bloques políticos, que será una prueba clave del sentimiento de los votantes. La alianza peronista gobernante se encuentra tambaleante en las encuestas de opinión, ya que la economía del país sigue luchando.
El anuncio más notable y tardío ha sido el del ministro de Economía, Sergio Massa, cuya candidatura se dio a conocer de manera inesperada el viernes por la noche. Este acontecimiento ha cambiado por completo el panorama político, según el director del programa de ciencias políticas de la Universidad Argentina UCEMA, Alejandro Corbacho.
Massa cuenta con el respaldo de importantes sectores empresariales y se perfila como un candidato competitivo.


El oficialismo anunció la candidatura unificada de Massa y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, apenas un día después de que el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, anunciara su candidatura y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, reafirmara su intención de postularse.
Aunque ninguno de los dos ha dado fin públicamente a su candidatura, ambos están detrás de Massa en las preferencias.
En la contienda por liderar el principal bloque conservador de la oposición, que encabeza las encuestas generales, se encuentran el moderado alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Larreta, y la exministra de seguridad, Patricia Bullrich, de línea más dura. Detrás de ellos se sitúa el diputado centrista Facundo Manes.
Bullrich, quien promovió la unidad del partido en una conferencia de prensa el viernes y luego culpó a Massa de los problemas económicos del país, promete un cambio total en caso de ganar. «Este boleto está comprometido con un cambio profundo», afirmó. «Argentina necesita líderes con convicción porque los problemas que debemos resolver son profundos».
Javier Milei, economista libertario, representa un desafío importante para todos los candidatos mencionados anteriormente y se posiciona como el candidato individual más popular en las encuestas, ya que muchos votantes están cansados del statu quo político.
Sin embargo, su partido aún se encuentra en tercer lugar en general. Milei ha prometido dolarizar la economía y eliminar el banco central.


«Él complica la vida de las otras dos coaliciones porque les va a quitar votos», explicó el consultor político argentino Carlos Fara, aunque señaló que su estructura partidaria más limitada podría atenuar su carisma personal.
Larreta, Bullrich y Massa se encuentran prácticamente empatados en las encuestas, con Milei ligeramente por delante. Dado que ningún candidato o partido alcanza el 50% en las encuestas, es probable que las elecciones de octubre desemboquen en una segunda vuelta, dejando todo aún por definir y jugar.