La crisis energética en el régimen de Venezuela ha afectado no solo al país, sino también a sus aliados en la región, como Cuba. Desde hace varios años, la isla ha dependido del petróleo venezolano para su consumo interno, pero la disminución en la producción de crudo y la falta de inversión en la refinación han llevado a que el petróleo que recibe Cuba sea cada vez más pesado y difícil de procesar.
Ante esta situación, Cuba se ha visto obligada a buscar ayuda en otros países para procesar el crudo venezolano. Rusia y México han sido los principales proveedores de asistencia en este sentido. En 2020, Cuba envió un cargamento de petróleo venezolano a Rusia para su refinación, y en los últimos meses se han reportado acuerdos entre la isla y México para la importación de gasolina y otros derivados del petróleo.


La dependencia de Cuba del petróleo venezolano ha sido histórica, pero la situación actual en el régimen de Venezuela ha obligado a la isla a buscar otras opciones. La falta de inversión en la refinación de petróleo y la falta de capacidad técnica han llevado a que las refinerías cubanas no sean capaces de procesar el crudo pesado que les llega desde el régimen Venezolano. Además, la caída en la producción de crudo en Venezuela ha afectado directamente a Cuba, que ha visto disminuir la cantidad de petróleo que recibe.
La situación en el régimen Venezolano sigue siendo precaria, y la dependencia de Cuba del petróleo venezolano puede ser cada vez más difícil de sostener. La crisis energética.