El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil ha establecido el 22 de junio como la fecha para el inicio del juicio de inhabilitación política del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
Esta decisión ha sido tomada tras una acción legal presentada por el Partido Democrático Laborista (PDT), respaldada por la Fiscalía Electoral, en la que se acusa a Bolsonaro y a su candidato a vicepresidente, el general Walter Braga Netto, de lanzar ataques contundentes contra el sistema de votación durante las elecciones de 2022, incluso cuando Bolsonaro aún ocupaba la presidencia.


El magistrado Benedito Gonçalves, encargado de instruir el caso, ha afirmado que Bolsonaro y Braga Netto están acusados de «abuso de poder y uso indebido de medios de comunicación». El cronograma del juicio contempla además sesiones programadas para los días 27 y 29 de junio.
El Ministerio Público Electoral ha señalado que existen indicios de que el líder ultraderechista ha cometido abuso al sembrar sospechas infundadas sobre la legitimidad de las urnas electrónicas utilizadas en los procesos electorales de Brasil desde 1996.
Esta acción legal es solo una de las múltiples causas que enfrenta Bolsonaro ante el TSE. Fue presentada por el PDT después de una reunión en la que el entonces presidente se reunió con cuarenta embajadores en la residencia presidencial el pasado 18 de julio.


Durante su discurso, Bolsonaro insistió en que las elecciones de 2018, en las que resultó elegido en segunda vuelta, «no fueron totalmente transparentes» y mencionó supuestas irregularidades en los comicios de 2014, cuando la expresidenta Dilma Rousseff fue reelegida.
Además de estos procesos ante el TSE, el expresidente, quien regresó a Brasil a finales de marzo después de una visita a Estados Unidos, se encuentra bajo investigación en una decena de casos judiciales que se tramitan en la Justicia ordinaria y otros cinco que están en manos de la Corte Suprema.


Uno de los casos en investigación se relaciona con el asalto llevado a cabo por miles de seguidores radicales de Bolsonaro a las sedes de los tres poderes el 8 de enero pasado, con la intención de forzar un golpe de Estado contra el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La fecha programada para el juicio de inhabilitación política de Bolsonaro ha generado gran expectativa tanto en Brasil como a nivel internacional, ya que podría tener un impacto significativo en la carrera política del expresidente y en el futuro de la democracia brasileña.