El presidente Joe Biden busca convencer a los estadounidenses escépticos sobre su plan económico en un importante discurso en Chicago.


A pesar del fuerte repunte económico tras la recesión inducida por la pandemia, Biden ha visto caer su índice de aprobación debido a la preocupación de los votantes por la inflación y los efectos del aumento de las tasas de interés.
En su discurso, el presidente presentará su visión de la prosperidad de la clase media, destacando su plan de gravar a los ricos para invertir en áreas críticas, como la seguridad nacional y la educación de los trabajadores.
Sin embargo, más de la mitad de los estadounidenses desaprueba su gestión y considera la economía como su principal preocupación.
Aunque la economía ha mostrado señales de crecimiento, con una tasa de desempleo del 3,7% en mayo, la inflación sigue siendo una preocupación, y los funcionarios de la Reserva Federal han señalado la posibilidad de aumentar los costos de los préstamos para controlarla.


Los asistentes de la Casa Blanca llaman a este enfoque «Bidenomics», en contraste con la reducción de impuestos de Reaganomics. El discurso de Biden se produce en un momento crucial, antes del feriado del 4 de julio y mientras los republicanos evalúan posibles candidatos para las elecciones.
Aunque Biden intenta abordar las preocupaciones económicas, el expresidente Donald Trump ha criticado su gestión y lo responsabiliza por la inflación. Aunque se espera que Biden participe en eventos de recaudación de fondos, no enfrenta una fuerte competencia dentro de su partido en su búsqueda por la reelección.