Argentina ha propuesto acelerar las importaciones brasileñas si Brasil adopta un nuevo sistema crediticio que reduzca su dependencia del dólar, según informaron fuentes gubernamentales de ambos países a Reuters. La propuesta consistiría en reducir el tiempo de procesamiento y pago de los productos brasileños a 30 días desde los actuales 180 días, lo que reduciría los riesgos comerciales en un país con alta inflación y variaciones en el tipo de cambio.
Para implementar la propuesta, el sistema argentino de importación SIRA se modificaría para poder manejar operaciones en moneda brasileña, y el pago en reales por parte de los importadores argentinos sería posible a través del nuevo sistema de financiamiento diseñado por el Gobierno brasileño. Brasil, por su parte, ofreció ayudar a Argentina con problemas de liquidez y apoyar a los exportadores brasileños para que puedan continuar vendiendo a su vecino, el principal mercado de exportación de productos manufacturados brasileños.
Más de 200 empresas brasileñas han dejado de exportar a Argentina o no están recibiendo pagos debido a la falta de divisas en el país. Los equipos económicos de ambos países se reunirán la próxima semana en Buenos Aires para discutir más detalles del plan.


La propuesta se presenta en un momento en el que Brasil ha perdido terreno en su comercio bilateral con Argentina, y su participación en las importaciones argentinas ha disminuido en $ 4 mil millones de dólares de 2014 a 2019. China, que cuenta con mecanismos de financiación que ayudan a las exportaciones, ha tomado parte de esa cuota de mercado perdida.
Durante su visita a Brasilia el martes, el presidente argentino, Alberto Fernández, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hablaron sobre la posibilidad de que el Nuevo Banco de Desarrollo del grupo BRICS de las principales naciones emergentes pueda ayudar a Argentina otorgando garantías para las exportaciones brasileñas, aunque eso requeriría cambios en las reglas operativas del banco.
En definitiva, la propuesta de Argentina busca apoyar a Brasil en su necesidad de reducir su dependencia del dólar, mientras que al mismo tiempo facilita la importación de productos brasileños para Argentina y alivia la presión de la escasez de dólares en su Banco Central. Se espera que la propuesta beneficie a más de 200 empresas brasileñas que han tenido problemas para exportar a Argentina en sectores como la industria automotriz, siderúrgica, química, de electrodomésticos y alimenticia.