En respuesta a la crisis haitiana, Canadá y la República Dominicana han llegado a un acuerdo histórico para coordinar la asistencia y abordar los desafíos que enfrenta el país caribeño.
El acuerdo fue anunciado en un comunicado conjunto emitido por ambos países, donde destacan la importancia de fortalecer la cooperación internacional y brindar apoyo humanitario y de seguridad a Haití.


En el comunicado, se enfatiza la sólida relación bilateral entre Canadá y la República Dominicana, resaltando su papel como socios de larga data en asuntos de seguridad regional.
Reconociendo la necesidad de una mayor cooperación, se acordó mejorar la coordinación entre los países, así como aumentar el personal en las embajadas canadienses en Puerto Príncipe y Santo Domingo.
La propuesta inicial de establecer una oficina de coordinación en territorio dominicano generó tensiones la semana pasada, pero el acuerdo alcanzado ahora resuelve esta disputa.
Ambos países están comprometidos con la estabilidad y el desarrollo de Haití, reconociendo la importancia de trabajar juntos para abordar la crisis que enfrenta el país vecino.
Es importante destacar que la República Dominicana ha tomado medidas enérgicas para reforzar la seguridad en su frontera con Haití, debido al incremento de la violencia de pandillas en el país vecino. Esta situación ha llevado a la deportación de miles de personas que buscan refugio en Haití, agravando aún más la crisis humanitaria.
El primer ministro haitiano Ariel Henry ha solicitado una fuerza internacional para combatir a las pandillas, que han adquirido un control significativo en varias áreas de Haití.
Sin embargo, hasta el momento, ningún país ha ofrecido liderar esta fuerza internacional, a pesar de los llamados de Estados Unidos a Canadá para que asuma un papel de liderazgo.
Ante este panorama, el acuerdo entre Canadá y la República Dominicana representa un paso importante en la búsqueda de soluciones para la crisis haitiana. La coordinación en materia de asistencia humanitaria y de seguridad contribuirá a aliviar el sufrimiento de la población haitiana y a estabilizar la situación en el país.


La comunidad internacional debe seguir de cerca esta situación y brindar apoyo adicional a Haití, a fin de garantizar la protección de los derechos humanos y promover la estabilidad en la región.
La crisis haitiana requiere la solidaridad y el compromiso de todos los actores internacionales para lograr avances significativos en la superación de los desafíos que enfrenta el país y construir un futuro mejor para su pueblo.